Caspa: el problema universal

La caspa es una afección común que hace que la piel del cuero cabelludo comience a descamarse. No es contagiosa ni grave, pero puede ser vergonzoso y difícil de tratar. Tanto la sequedad como el exceso de grasa son las causas más comunes de caspa que recibo en el estudio, pero además, puede aparecer debido a otras razones como:

– Hongos
– Irritación
– Piel del cuero cabelludo seca o grasa
– Sensibilidad a los productos para el cabello
– Otras afecciones de la piel, como psoriasis, dermatitis o eccemas

RELACIÓN ENTRE EL TIPO DE CUERO CABELLUDO Y LA CASPA

SECO: La sequedad de la piel consigue que ésta comience a descamarse. Al ejercer cualquier tipo de fricción en el cuero cabelludo, podemos observar pequeñas partículas de piel color blanquecino caer sobre los hombros. Este desajuste se conoce como caspa por sequedad.

GRASO: Al contrario que en el caso anterior, el exceso de grasa en el cuero cabelludo provoca que el sebo se solidifique, convirtiéndose en pequeñas costras que se adhieren al cuero cabelludo y adoptan un color amarillento, parecido a la costra láctea de los bebés.

ABORDANDO EL PROBLEMA

La caspa leve puede ser tratada con dermocosmética, pero en los casos graves es necesaria la prescripción médica de champús con ketoconazol, antifúngicos o acción queratolítica. Asimismo, la caspa como afección cutánea se produce por un hongo llamado Malassezia y debe ser supervisado por un dermatólogo; los demás profesionales somos complementarios.

La mayoría de casos que recibo en el estudio no son por Malassezia, sino por no lavarse bien el cuero cabelludo, por tener el cuero cabelludo seco o por el contrario un cuero cabelludo muy graso. Aunque consigamos controlar la caspa en un momento puntual los síntomas pueden reaparecer en un futuro, por lo que una recomendación básica es contar con nuestro champú de confianza, que incluiremos en nuestra rutina diaria.

El lavado siempre es muy importante. Aclarar los productos como el champú, acondicionador o mascarilla con abundante agua resulta imprescindible. Si solo damos un enjuague rápido podemos dejar restos de producto en nuestro cuero cabelludo que al secarse dan la sensación de pequeñas escamas parecidas a la caspa. 

CÓMO APLICAR UN BUEN LAVADO DE CUERO CABELLUDO CASPOSO

1)Al lavar el cabello enfocaremos nuestro lavado en el cuero cabelludo, dado que de ahí proviene el problema. Aplicar el champú en las yemas de los dedos para conseguir una mejor manipulación del producto. Utilizar un champú limpiador hidratante y evitar el agua excesivamente caliente.

1.1) Para evitar desajustes cuando lavemos el cabello daremos dos champunadas y un acondicionador. El sebo que desarrolla el cuero cabelludo, no esta ahí para molestarnos, tiene una función muy especifica, lubricar el cuero cabelludo para aislarlo de agresiones externas y mantener el cabello hidratado. Cuando lavamos con champú, todo el sebo que produce nuestro cuero cabelludo para su correcto funcionamiento, se retira, dejando el cuero cabelludo al descubierto y el cabello deshidratado, por ello debemos devolver esa hidratación con un acondicionador.

1.2) La primera champunada esta destinada a abrazar toda la suciedad, caspa, grasa, sudor y restos de producto de fijación del cabello. Procuraremos que el primer champú se extienda correctamente, llegando en especial al cuero cabelludo. No nos preocuparemos de si el primer champú no llega a espumar: es consecuencia de la suciedad que impide a los activos formar espuma.

2) La segunda champunada está destinada a empezar a lavar realmente el cuero cabelludo, ya que la primera, se queda corta, la segunda finaliza la tarea. Podríamos dar hasta una tercera si así lo viéramos necesario. Lo importante es que el champú espume bien y que sintamos que estamos llegando al cuero cabelludo.
Nunca menos de dos champunadas.
 
2.1) Friccionar los dedos sobre la cabeza, frotando suavemente, procurando cubrir toda la superficie del cuero cabelludo, apartando el cabello y llegando a la piel. Lavaremos el cuero cabelludo con movimientos envolventes un mínimo de 4 minutos. Es importante dar un tiempo de exposición al champú de al menos 3 minutos.
Si lo aplicamos y a continuación enjuagamos no estaremos dejando actuar el producto, y además nuestro cabello y cuero cabelludo podrían quejarse de falta de hidratación. Sería algo parecido a aplicarse crema en la cara y acto seguido retirarla con agua. No tiene sentido.  A continuación enjuagaremos durante un mínimo de 2 minutos con abundante agua.

3) Siempre debemos aplicar hidratación. Como comentaba anteriormente, al lavarlo retiramos los aceites naturales que desprende nuestro cuero cabelludo para su correcto funcionamiento, por lo tanto, debemos devolver esa hidratación con un acondicionador.
Es importante saber que estos productos suelen ser untuosos y necesitan de un buen aclarado a la hora de utilizarse. Si no aclaramos bien, podemos dejar restos de producto que al secarse dan la sensación de caspa.
 
3.1) Los acondicionadores se deben aplicar siempre en el cabello, nunca en el cuero cabelludo. Una vez aplicado, daremos un masaje con movimientos circulares en el cuero cabelludo para estimular el riego sanguíneo.
Es esencial que el bombeo de sangre al cuero cabelludo sea frecuente (es decir, cada vez que nos duchemos) ya que el folículo piloso se alimenta de todos los nutrientes, oxígeno, vitaminas y antioxidantes que la sangre transporta.
 
3.2) El acondicionador se dejara actuar en el cabello un mínimo de 5 minutos, y después se retirara con abundante agua durante un mínimo de enjuague de 2 minutos.

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