CAIDA ESTACIONAL

La pérdida de cabello estacional es común, temporal y reversible. Especialmente visible en otoño y primavera. Normalmente se pierden entre 50 y 100 cabellos al día, pero en ciertas épocas del año, este número puede multiplicarse. No es para alarmarse, esta variación es un proceso natural de adaptación y por lo general dura entre 4 y 6 semanas.

Existen dos fases en el crecimiento del cabello:

• La primera es la llamada anágena: dura entre 2 y 6 años, el cabello nace y crece de una manera correcta. En esta fase, el folículo está sano y sus células tienen una actividad permanente, con un crecimiento lineal. La longitud del cabello viene determinada por esta fase: cuanto más dure esta etapa, más largos serán los cabellos.
• La segunda es la fase telógena: en la que se produce el desprendimiento y caída del cabello, dando fin a su ciclo de vida.

Frente a los cambios climáticos, estos ciclos pueden alterarse. Una investigación sueca publicada en la revista Dermatology Journal especifica que la mayor exposición solar durante el verano puede provocar de forma inteligente un aumento de la fase anágena, es decir, más crecimiento del cabello de lo habitual. Y en consecuencia, un aumento de la fase telógena en otoño, para desprender ese exceso de cabello que fue creado para protegernos de los rayos UVA.

RECOMENDACIONES

Es imprescindible focalizar a lo largo del año nuestra época de mayor pérdida y reforzar nuestro cuero cabelludo con tratamientos para fortalecer el anclaje. Nunca podremos frenar la caída del cabello que se encuentra en fase telógena (es decir, en su último ciclo de vida) pero podremos reforzar el anclaje del nuevo cabello que está creciendo.

Siempre intento explicar a mis clientes la importancia de utilizar productos de calidad.
En un champú de supermercado que se vende a 3,75€ el litro, la investigación que lleva detrás es débil, por no decir nula. Son concentrados a base de detergentes que su función es crear espuma y poco más. Invertir un mínimo de 10€ nos dará garantía de acierto.

A partir de los 30 años, se impone la prevención. Sobre todo en hombres caucásicos, con cabello fino y de poca densidad. Afianzar y estimular el cuero cabelludo con activos que fomenten el anclaje es de vital importancia. A partir de los 30 años debemos buscar siempre gamas de champú anticaída.

DÚO PERFECTO: ANTI-HAIR LOSS Y
ANTI-HAIR LOSS LEAVE IN TREATMENT
DE LA FIRMA –AMERICAN CREW–

CHAMPÚ

ANTI-HAIR LOSS: Reduce la caída y la rotura capilar.

Limpia en profundidad el cuero cabelludo, eliminando las impurezas y los restos de producto. Purifica y desobstaculiza los poros para facilitar la correcta absorción del tratamiento. Vigoriza, tonifica y estimula al cuero cabelludo, mejorando visiblemente el volumen capilar.

Con su uso diario, el cabello se ve más resistente y con más cuerpo.

SPRAY

ANTI HAIR LOSS LEAVE IN TREATMENT: ¡Reduce la caída capilar! tratamiento sin aclarado que permite reducir la caída capilar gracias a su acción revitalizante, fortificante y anti-rotura. Hidrata y refuerza la fibra capilar, mejorando visiblemente el volumen. Su fórmula de rápida absorción facilita su aplicación y no añade peso extra al cabello. Con su uso diario, el cabello se ve más resistente y con más cuerpo.

¡Trata tu cuero cabelludo para evitar la caída y lucir un cabello más voluminoso y sano!

Debemos estar atentos, si observamos que el tiempo de caída estacional sobrepasa lo
estimado (recordad, 4-6 semanas) y se prolonga en el tiempo, acudir a realizarnos un chequeo médico es fundamental.

La falta de nutrientes o vitaminas, desajustes hormonales, estrés o el desarrollo de enfermedades pueden ser las culpables del ataque directo al cabello. La pérdida excesiva puede ser una señal clara, del organismo, señalando que algo no está funcionando correctamente.

En la mayoría de los casos, se debe a una enfermedad hereditaria conocida como alopecia.